Debido a la cirugía, y a los distintos tratamientos oncológicos, el sistema linfático se ve directamente afectado dando lugar a la acumulación del líquido linfático en el tejido. Algunos de los síntomas de esta patología son el aumento de tamaño del miembro afecto, sensación de pesadez, endurecimiento de la piel y cambios cutáneos. El tratamiento del linfedema debe ser conservador con drenaje linfático manual, vendajes adaptados, prendas de contención definitivas, ejercicio y cuidados e higiene de la piel.